A veces es mejor estar muerto. El terror que invadió al pueblo de Ludlow Maine, en Cementerio Viviente continúa en esta escalofriante segunda parte del éxito cinematográfico de 1989 basado en la obra de Stephen King. Tras la muerte de su esposa el veterinario Chase Matthews (Anthony Edwards, "Urgencias") y su hijo Jeff de 13 años (Edward Furlong. "Terminator 2") marchan a vivir a Ludlow para rehacer sus vidas. Al no llevarse demasiado bien con los chicos del barrio, Jeff se hace amigo de otro rebelde, Drew Gilbert que vive atemorizado por su cruel padrastro Gus (Clancy Brown, "Los Inmortales"). Cuando Gus mata a sangre fría al perro de los chicos deciden enterrar al animal en el cementerio indio, un lugar del que se dice que encierra el misterio de la resurrección. Pero cuando despiertan al diablo, se dan cuenta de que a veces es mejor dejar las cosas como están.
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