La madre de Nana vive postrada en una cama de hospital a causa de una terrible enfermedada, lo que obliga a la muchacha a cuidar de su hermana menor, Noriko, y a tener que trabajar tras las clases. Por si eso no fuese suficiente, un suceso terrible está a punto de complicar aún más su vida: Noriko se desvanece en misteriosas circunstancias en una estación de tren. Nana formará equipo con Kanae, una compañera de clase con Shunichi, conductora de trenes, con las que se sumergirá en las entrañas de la estación para enfrentarse a las fuerzas siniestras que gobiernan el subsuelo y rescatar, así, a su hermana.
Ghost train toma como localización para su historia un lugar tan desasosegante como las profundidades de la red ferroviaria, un entorno ya de por sí sórdido que en este film deviene totalmente opresivo. Como en algunos éxitos del reciente cine de terror, caso de Creep o El descenso, aquí los sustos son letales porque se sirven tanto de lo sobrenatural como de lo claustrofóbico.
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