El departamento de policía de Hong Kong está desbordado a causa de un peligroso e incontrolable grupo de atracadores que, con un desprecio por la vida humana y el uso de armamento pesado, está sembrando el pánico en toda la ciudad. Un inspector de policía de alto rango llegará a la conclusión de que las tácticas reglamentarias no funcionan contra este tipo de delincuentes si quiere sacarlos de la calle y que los crímenes extremos requieren soluciones extremas.
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